¿Cómo elegir un lavabo para el baño?

No cabe duda de que elegir el lavabo adecuado para el baño siempre conlleva diversos dilemas. Ante todo, al principio hay que decidir si nos gusta más un lavabo exento, sobre encimera o quizá bajo encimera, y después hay que elegir la grifería adecuada para él y, por supuesto, ajustar el tamaño del propio lavabo al tamaño del cuarto de baño. Aunque no es una tarea sencilla, no conviene rendirse: mejor revisar con paciencia distintos modelos de lavabos. Hoy en día hay tantos en el mercado que cualquiera encontrará sin dificultad algo adecuado para sí.

En primer lugar, ergonomía

Conviene recordar que, independientemente del ancho del lavabo que elijamos, en la práctica se necesitan al menos 70 centímetros de espacio para poder moverse con libertad al lavarse, peinarse y también afeitarse. Por lo tanto, la opción más adecuada es un lavabo de al menos 60–70 centímetros de ancho, más unos 5 centímetros a cada lado.

Los lavabos sobre encimera, los lavabos suspendidos o los encastrados pueden ser, sin embargo, algo más estrechos que los estándar, incluso con un diámetro de aproximadamente 40–45 centímetros. Entonces parte de sus funciones recae en la encimera o en la consola, que actúa como soporte del lavabo. La regla, sin embargo, es que cuanto más estrecho sea el lavabo, más profundo debe ser, y viceversa. Solo así resultará cómodo y funcional.

¿Sobre encimera o bajo encimera?

El lavabo sobre encimera ofrece más espacio bajo la encimera y permite colocar allí, por ejemplo, un mueble o un cajón. Por su parte, el lavabo bajo encimera produce el efecto contrario: menos espacio bajo la encimera, pero también menos recovecos de difícil acceso que luego cuesta limpiar con métodos convencionales. La elección del modelo concreto es bastante personal y suele reducirse a criterios estéticos.

Si la composición del lavabo prevé que su sifón quede a la vista, conviene optar por un modelo decorativo. Por el contrario, si pensamos colocar un mueble bajo la encimera, lo mejor es que el sifón sea lo más compacto posible. Una solución ideal es, entre otras, un sifón con membrana de silicona que no solo impide el paso de olores poco agradables, sino que también evita el reflujo del agua, actuando en parte como una válvula de aireación.

¿Cómo evitar errores al elegir la grifería del lavabo?

Ante todo, conviene recordar que el grifo no debe colocarse demasiado cerca de la pared ni del borde del lavabo. También conviene invertir en una grifería de buena calidad, ya que, al fin y al cabo, es el elemento que más trabaja en todo el baño. Los modelos más baratos son solo un ahorro aparente que, al cabo de uno o dos años, puede requerir nuevos desembolsos.