¿Cómo purgar el radiador del baño? ¡Una guía sencilla para todos!

Si tu radiador de baño ha dejado de funcionar como debería y el baño ya no está agradablemente cálido, puede que haya llegado el momento de purgarlo. No te preocupes, ¡no es una tarea complicada! En este artículo te mostraremos cómo purgar el radiador del baño para garantizar el confort térmico y ahorrar en las facturas de calefacción.

Por qué es importante purgar el radiador del baño

¿Sientes que tu radiador de baño no calienta como debería? ¿O quizá oyes un burbujeo extraño en su interior? ¡Es señal de que se ha llenado de aire! El aire atrapado en el radiador hace que no funcione de forma eficiente, reduciendo notablemente la temperatura en el baño. Además, un radiador con aire consume más energía, lo que se traduce en facturas mucho más altas. ¡Al purgar el radiador, ganarás en confort y ahorrarás dinero!

Preparación para purgar el radiador: ¿qué debes tener en cuenta?

Antes de empezar, prepara algunas cosas:

• llave adecuada al tipo de válvula que tenga el radiador;
• recipiente para recoger el agua;
• paño, que puede servir para limpiar el agua que gotee al suelo.

Recuerda también la seguridad: antes de empezar, ¡apaga el sistema de calefacción! El agua del radiador puede estar realmente caliente, así que espera a que se enfríe para evitar quemaduras.

¿Cómo purgar el radiador del baño? Guía paso a paso

¿Cómo purgar un radiador toallero del baño? ¿Cómo purgar un radiador viejo de hierro fundido? El procedimiento es prácticamente el mismo. Purgar el radiador del baño no tiene ninguna complicación, y con la preparación adecuada puedes hacerlo tú mismo sin mayor problema. A continuación encontrarás unos pasos sencillos que te ayudarán a realizar esta tarea.

Paso 1: Apaga la calefacción

Antes de purgar los radiadores, asegúrate de que el sistema de calefacción está realmente apagado. Cuando los radiadores están calientes, el aire y el agua pueden estar a alta presión, lo que hace que el purgado sea arriesgado.

Paso 2: Localiza la válvula de purga

Cada radiador tiene una válvula de purga —normalmente en la parte superior, en un lateral—. Es una pieza pequeña que parece un tornillo. Tranquilo, ¡la localizarás fácilmente!

Paso 3: Abre la válvula

Coloca el recipiente bajo el radiador a la altura de la válvula para recoger cualquier agua que pueda salir. Ahora ábrela suavemente con la llave preparada. Oirás un silbido: es el aire saliendo del radiador. Déjalo escapar. En cuanto empiece a gotear agua, cierra la válvula. Eso significa que el radiador ha quedado purgado.

Paso 4: Cierra la válvula

Asegúrate de que la válvula queda bien cerrada. Debe estar firmemente apretada para que no gotee agua.

¿Qué hacer después de purgar el radiador?

Tras purgar el radiador, vuelve a encender el sistema de calefacción y asegúrate de que el radiador se calienta de manera uniforme. Si notas que sigue sin calentar como debería, conviene comprobar la presión del circuito de calefacción; puede que ese sea el problema y haya que añadir agua. No te olvides, por supuesto, de vaciar el recipiente con agua y secar el suelo para que no esté resbaladizo ni haya riesgo de caída.

¿Crees que tu radiador sigue siendo poco eficiente? Consulta: ¿Cómo limpiar un radiador por dentro? Métodos eficaces y consejos prácticos.

¿Con qué frecuencia hay que purgar los radiadores?

Purgar los radiadores es imprescindible si quieres mantener en perfecto estado la instalación de calefacción. Debe hacerse con regularidad, especialmente en las siguientes situaciones:

• inicio de la temporada de calefacción: se recomienda purgar los radiadores antes de que empiece la temporada de calefacción, normalmente en otoño. Puede haber entrado aire en la instalación durante la parada estival, así que conviene asegurarse de que el agua circula correctamente por todo el sistema.
• cuando los radiadores están calientes de forma desigual: si observas que una parte del radiador está más caliente que otra, es señal de que probablemente se ha formado una bolsa de aire que bloquea el paso del calor. En ese caso, conviene purgar el radiador sin demora.
• cuando se oyen borboteos o ruidos: el aire dentro del radiador puede provocar ruidos, borboteos u otros sonidos. Este tipo de sonidos es una señal clara de que es necesario purgar.
• tras cualquier modernización de la instalación: si el sistema se ha modificado, por ejemplo, se han sustituido componentes o añadido radiadores nuevos, se introduce aire en el circuito que hay que eliminar.

El purgado de radiadores suele hacerse una o dos veces al año, pero conviene estar atento a posibles señales de problemas. Cuanto antes actúes, mayores serán las probabilidades de lograr una calefacción eficiente y evitar consumos innecesarios de energía.

Resumen

Purgar los radiadores es una tarea sencilla que puede mejorar notablemente el confort térmico en tu baño y reducir las facturas de calefacción. No te llevará más de unos minutos y ganarás en rendimiento y eficiencia. Recuerda revisar tus radiadores con regularidad y no retrasar el purgado en cuanto detectes signos de aire.