La altura adecuada de la taza del inodoro como aspecto clave de la comodidad al usar el baño

Al decidirse por renovar el baño, conviene tener en cuenta no solo los aspectos visuales, sino también todos los aspectos técnicos. Entre ellos, las dimensiones de los aparatos sanitarios desempeñan un papel clave. Bien elegidas tanto en función del tamaño del espacio como de las personas que los utilizan, pueden aumentar no solo el atractivo del ambiente, sino también contribuir a elevar el confort de los usuarios. En este artículo sabrás cuál es la altura óptima de la taza del inodoro (WC) y en qué fijarte a la hora de elegirla. ¡Te invitamos a la lectura!

La comodidad que supone la taza de WC

Debido a la diversidad de estaturas de los usuarios que utilizan los mismos aparatos sanitarios, cada vez más personas optan por adquirir una solución óptima. Se trata de productos de baño con posibilidad de regulación de altura. Encuentran aplicación no solo en hogares multigeneracionales, sino también en centros como residencias de asistencia social, hospitales u hoteles. Entre este tipo de dispositivos se pueden encontrar, entre otros, tazas de WC. La altura regulable del inodoro garantiza confort y comodidad durante las tareas de higiene, tanto para personas más bajas, con discapacidad, niños, como para usuarios de mayor estatura.

Sin embargo, no siempre se puede regular la altura de la taza del inodoro. Entonces acuden en ayuda los bastidores universales destinados a fijar tazas suspendidas de cualquier fabricante. Componer los conjuntos según las propias preferencias permite equipar un aseo cómodo con un estilo estético. Una ventaja indudable de las tazas de WC suspendidas es la ausencia de instalaciones visibles. Al igual que la cisterna, quedan ocultas tras el revestimiento de la pared.

Tipos de tazas de inodoro

En lo que respecta a los inodoros, se pueden dividir en dos categorías básicas. La primera, conocida por la mayoría de la población desde hace muchos años, son los dispositivos tradicionales colocados directamente sobre el suelo. El segundo tipo, bastante más moderno, es la taza de inodoro suspendida (WC).

La diferencia entre ellas no es solo el aspecto y la estética, sino también la ya mencionada posibilidad de regular la distancia de la taza al suelo. La altura del desagüe del bidé en la primera opción no varía. El inodoro está fijado de forma permanente al pavimento. En cambio, en la versión suspendida, la altura puede adaptarse al usuario concreto gracias a un bastidor especial que normalmente se atornilla a la pared y, con menos frecuencia, al suelo. Tornillos especiales utilizados para el montaje permiten separar el bastidor de la superficie de la pared.

Altura de montaje de la taza del inodoro (WC)

La instalación de la taza de WC, contrariamente a la creencia general, no es complicada. Requiere ante todo una correcta instalación del bastidor al que va fijada. En algunos modelos se puede regular la altura de la taza del WC. No obstante, aun así, es sensato ubicarla conforme a los estándares, es decir, a una altura media desde el suelo de 45-50 cm.

Otra opción es el montaje a unos 21-23 cm desde el eje del tubo de desagüe hasta el pavimento, lo que se traduce directamente en que el borde superior de la taza del inodoro debería quedar suspendido a unos 40-42 m sobre el suelo. La altura a la que se coloque la taza de WC suspendida debería depender principalmente de las preferencias individuales de los usuarios.

Si del baño también hacen uso personas mayores o con discapacidad, conviene procurar que la altura del geberit desde el suelo se sitúe un poco más arriba, en torno a 46-47 cm por encima de la superficie de las baldosas. Esto contribuiría a aumentar su comodidad y la facilidad de uso del inodoro.

La situación es algo distinta en el caso del urinario y el bidé. El primero debe colocarse a unos 65 cm del suelo, y el segundo a 42 cm desde su borde superior.

Como ves, la comodidad de uso del inodoro está estrechamente ligada a la altura a la que se monte la taza del WC y otros aparatos sanitarios. Por ello, antes de elegir el producto definitivo, trata este asunto en detalle con los demás miembros del hogar y consulta también la elección de la taza con el vendedor para descartar su incompatibilidad con el bastidor que ya tienes. Gracias a ello evitarás gastos innecesarios y disfrutarás de una taza suspendida, todo un éxito en los últimos años.