¿Qué puertas de ducha elegir?

Puertas de ducha suelen presentarse como un cerramiento independiente del espacio destinado al panel de ducha, como un cerramiento instalado sobre la bañera o simplemente como parte de una cabina de ducha. Todas estas soluciones tienen sus ventajas y desventajas.

Muchas personas optan por delimitar una zona de ducha en el baño sin paneles ni puertas, pero no es una solución demasiado cómoda. El agua salpica prácticamente por todo el espacio. Lo mismo ocurre con el vapor, que se deposita sobre la superficie de los muebles y otros elementos. Cuando la zona de ducha está cerrada, el vapor y el agua dejan de ser tan invasivos. Además, las puertas aportan sensación de intimidad. Por ello, es mejor no prescindir de ellas.

Las clásicas puertas batientes de ducha se abren hacia fuera, aunque en ocasiones también pueden encontrarse en las tiendas modelos que se abren hacia dentro y giratorios. Son anchas y bastante cómodas. Pueden ser de una hoja, derecha o izquierda, o de dos hojas: simétricas o asimétricas. Son vistosas y estéticas. Por eso su popularidad no decae.

Las puertas pivotantes se abren hacia fuera, pero requieren menos espacio que las batientes porque giran sobre su propio eje. Como resultado, al abrirse, parte de la puerta queda dentro de la cabina. Las Puertas correderas de ducha también son bastante populares. Constan de una, dos o tres hojas y se deslizan sobre guías. Las simples se abren hacia un solo lado, mientras que las demás lo hacen hacia ambos lados. Son prácticas y permiten ahorrar una buena cantidad de espacio en el baño.

Quedan también las puertas de ducha plegables, o de acordeón, que suelen utilizarse en las mamparas de bañera. Están formadas por varios paneles que, al abrirse, se pliegan en la característica forma de acordeón. No ocupan demasiado espacio y prácticamente siempre funcionan bien. Se recomiendan especialmente para estancias pequeñas.

Las puertas de ducha se fabrican con mayor frecuencia en vidrio, aunque sometido a un tratamiento especial. Gracias a ello, es seguro y cómodo de usar. El vidrio es una solución a la vez estética y funcional. Por su forma sencilla y sus cualidades espaciales, luce bien en cualquier baño. Combina bien con distintos tipos de interiores y no solo. Es un material versátil y práctico. La oferta disponible en el mercado en este ámbito es cada vez mayor. Los fabricantes ofrecen, sobre todo, cada vez más colores y diseños para elegir. Además, el vidrio utilizado en las puertas de ducha es fácil de mantener limpio. Basta con pasarlo de vez en cuando con un paño y un poco de detergente.