¿Sabías que un radiador sucio puede reducir la eficiencia de la calefacción hasta en un 20%? Su limpieza regular no solo mejora la estética del interior, sino que también ayuda a mantener la temperatura adecuada en casa con un menor consumo de energía. En este artículo encontrarás consejos prácticos sobre cómo limpiar el radiador por dentro y quitar el polvo, según el modelo que tengas. ¡Descubre qué herramientas y productos utilizar para eliminar la suciedad persistente y evitar que vuelva a depositarse!
El radiador como elemento importante del sistema de calefacción del hogar
Los radiadores desempeñan una función fundamental para mantener una temperatura agradable en casa. Su eficiencia determina con qué rapidez y uniformidad se calienta una estancia. La suciedad y el polvo acumulados en su superficie, así como las impurezas en su interior, pueden suponer un problema serio que obstaculiza el flujo de calor y sobrecarga la instalación. Por ello, saber cómo quitar el polvo del radiador es esencial para que los radiadores funcionen de forma eficiente y sin contratiempos. ¿Cómo ponerse manos a la obra?
¿Cómo prepararse para limpiar el radiador?
Conviene limpiar los radiadores antes de que empiece la temporada de calefacción, pero tampoco hay que olvidar su limpieza periódica durante la misma. ¿Cómo prepararse?
- Apaga la calefacción. Asegúrate de que el sistema de calefacción esté apagado y el radiador esté frío para no quemarte.
- Prepara las herramientas y materiales adecuados. Vas a necesitar:
- una aspiradora con boquilla estrecha
- un cepillo para radiadores o un cepillo largo con mango flexible
- aire comprimido (opcional)
- un recipiente con agua tibia y detergente suave
- paños o toallas de papel
- una toalla vieja o papel de periódico para proteger el suelo
- herramientas para desmontar el radiador
- Protege la zona de trabajo. Coloca una toalla vieja, papel de periódico o una lámina de plástico bajo el radiador para proteger el suelo de la suciedad, el polvo y el posible agua que salga al desmontarlo.
- Prepárate. Ponte guantes para proteger las manos de la suciedad y los detergentes. Asegúrate de llevar ropa fácil de lavar o que puedas manchar.
- Facilita el acceso al radiador. Retira cualquier objeto alrededor del radiador para poder acceder cómodamente a su interior. Separa los muebles si están demasiado cerca.
- Asegura la ventilación. Abre una ventana o garantiza una buena ventilación en la estancia, especialmente si vas a usar aire comprimido o detergentes.
- Prepara el agua y los detergentes. Ten a mano un cuenco con agua tibia y unas gotas de detergente suave o jabón para limpiar el interior del radiador. No te excedas con la cantidad para evitar mojarlo en exceso.
- Comprueba la iluminación. Asegúrate de contar con buena luz que te permita ver el interior del radiador. Si es necesario, usa una linterna o una lámpara portátil.
¿Cómo limpiar el radiador por dentro?
Limpiar el radiador por dentro es importante para garantizar su funcionamiento eficiente y, así, reducir las facturas de calefacción elevadas generadas por un equipo ineficiente. ¿Cómo hacerlo?
- Apaga la calefacción. Antes de empezar la limpieza, asegúrate de que la calefacción esté apagada y el radiador, frío.
- Protección del suelo. Coloca bajo el radiador un recipiente y una toalla vieja o papel de periódico para recoger el agua, el polvo y la suciedad que puedan salir durante la limpieza.
- Cierra la válvula del agua y vacía el radiador. Localiza el purgador en la parte superior del radiador. Utiliza una llave específica para purgar radiadores o un destornillador para abrirlo lentamente. Esto permitirá liberar el aire y facilitará un vaciado más rápido del agua. Si el radiador tiene un tornillo de vaciado (situado en la parte inferior), aflójalo lentamente con una llave o unos alicates. El agua empezará a salir del radiador, así que asegúrate de que el recipiente esté bien colocado.
- Aspirado. Usa una aspiradora con boquilla estrecha o un cepillo especial para radiadores para eliminar el polvo del interior de las aletas del radiador. Introduce la boquilla entre las aletas y deslízala hacia arriba y hacia abajo.
- Aire comprimido. Si la aspiradora no es suficiente, utiliza un bote de aire comprimido para expulsar la suciedad de las zonas de difícil acceso. El aire comprimido ayudará a sacar las partículas finas de polvo.
- Uso del cepillo. Puedes utilizar un cepillo largo para limpiar radiadores (disponible en tiendas de artículos para el hogar) para llegar a los rincones del interior del radiador. Para espacios estrechos, funciona bien un cepillo con mango largo y flexible.
- Limpieza con agua y detergente. Prepara una solución de agua con un poco de detergente suave. Sumerge el cepillo o un paño en la solución, escúrrelo bien y limpia el interior del radiador. Evita mojar en exceso para no inundar los elementos internos del radiador.
- Vuelve a cerrar las válvulas. Tras finalizar la limpieza, aprieta bien las conexiones. Comprueba las válvulas para asegurarte de que no haya fugas. Si todo está correcto, abre de nuevo la entrada de agua del radiador.
Estos pasos te ayudarán a limpiar eficazmente el radiador por dentro y mantenerlo limpio, lo que se traducirá en una mayor eficiencia de la calefacción y un aire más limpio en la estancia. ¡Suerte! Y si esto es solo uno de los pasos en el cuidado del baño, no dejes de consultar nuestros métodos eficaces para limpiar la grifería del baño: ver guía.